Notificar ante Senasa las enfermedades de los animales promueve su detección temprana
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) posee la responsabilidad de ejecutar las políticas nacionales en materia de sanidad y calidad animal y vegetal, verificando el cumplimiento de la normativa vigente.
El organismo dispone de personal capacitado y entrenado en la atención de eventos sanitarios como también de laboratorios que permiten identificar las patologías más importantes relacionadas con el comercio nacional e internacional y la salud humana.
Por eso, los productores, los veterinarios y la población en general deben tener en cuenta que cuanto antes se reciba información sobre un evento sanitario, más temprano se podrá evaluar, atender y contener una eventual situación de riesgo.
En este sentido, el Senasa estableció que las siguientes enfermedades tienen prioridad, e indica a productores y veterinarios privados que pongan especial atención en sus signos clínicos. Se trata de: fiebre aftosa, peste porcina clásica, encefalopatía espongiforme bovina, influenza aviar, enfermedad de Newcastle, rabia, síndrome respiratorio reproductivo porcino (PRRS) y triquinosis.
Asimismo, la Resolución Senasa 513/21 enumera, en diferentes listas, aquellas enfermedades sobre las cuales el organismo debe recabar información. La primera lista incluye a aquellas de notificación inmediata, algunas ausentes en la República Argentina; otras con alto impacto en el comercio internacional; y otras presentes, con importantes consecuencias en la salud animal y/o humana.
Además de listarse los nombres de las enfermedades notificables y sus agentes etiológicos, la Resolución menciona los signos clínicos principales de cada una. Así veterinarios/as privados y productores/as puedan conocer en qué situaciones deben dar aviso al Senasa.
Frente a la aparición de signos clínicos que puedan estar asociados a alguna enfermedad de alto impacto productivo se debe comunicar a la oficina del Senasa más cercana o a través de la app “Notificaciones Senasa”. Así, los veterinarios del Servicio evaluarán las acciones que se deberán seguir e indicarán las medidas sanitarias necesarias
Si una enfermedad no es detectada a tiempo, su diseminación puede generar problemas en la producción tales como la baja en los índices de rendimiento, el aumento en los costos de tratamiento y, en el peor de los casos, la pérdida del estatus sanitario con el consecuente cierre de mercados internacionales.
A su vez, si una enfermedad con potencial zoonótico no se detecta a tiempo será mayor el impacto que puede tener en la salud pública.
Las consecuencias también pueden observarse en la biodiversidad, ya que una enfermedad que no se notifica tempranamente y se expande, puede afectar a los animales silvestres, generar desequilibrios ecológicos y hasta la extinción de especies que constituyen el patrimonio natural de un país.
En definitiva, la notificación y la detección temprana de enfermedades son fundamentales para evitar impactos negativos en el estatus sanitario de la Argentina, lo que permite abrir y mantener mercados internacionales, lo cual fortalece el desarrollo de nuestras economías regionales.